Llegar al Parque de las Aguas es entrar a un jardín con fuentes tan majestuosas como el verde de sus prados.
Como lo dicen en el parque: Es un lugar para recordarnos lo hermoso del agua pero también el crimen que los humanos cometemos a cada minuto con ella y cómo destruimos todo a nuestro paso.
Junto a las fuentes construidas de manera estratégica, para que el agua dance al ritmo del viento y las coreografías ejecutadas en sus chorros, se encuentra un túnel de exposición del agua en donde uno entra contento y sale deprimido, desesperanzado e indignado. Lima es una ciudad que consume 300 litros diarios Per. Capita, lo cual resulta excesivo en comparación a ciudades como París o Berlín que sólo consumen alrededor de diez litros diarios Per. Capita.
Como lo dicen en el parque: Es un lugar para recordarnos lo hermoso del agua pero también el crimen que los humanos cometemos a cada minuto con ella y cómo destruimos todo a nuestro paso.
Junto a las fuentes construidas de manera estratégica, para que el agua dance al ritmo del viento y las coreografías ejecutadas en sus chorros, se encuentra un túnel de exposición del agua en donde uno entra contento y sale deprimido, desesperanzado e indignado. Lima es una ciudad que consume 300 litros diarios Per. Capita, lo cual resulta excesivo en comparación a ciudades como París o Berlín que sólo consumen alrededor de diez litros diarios Per. Capita.
En nuestros países latinoamericanos contamos con recursos hídricos envidiables, pero a la vez tenemos la mayor y más grave carencia de sistemas de tratamiento de aguas, saneamiento, reciclaje y preservación del recurso vital. Somos los que más contaminamos de manera indiscriminada todos los ríos, humedales y fuentes hídricas en nuestros territorios, y Lima lleva una posición delantera en este vergonzoso ranking.
La actividad minera ha dejado a millones de habitantes de las riveras de los ríos sin agua potable y con incontables enfermedades por los tóxicos de las grandes mineras ubicadas a lo largo de los ríos y la cantidad de sustancias que contaminan irreversíblemente la fuente de vida, el liquido divino.
El río Rimac, el más importante de Lima, se compone en un 70 % de excremento y el otro 30 % está compuesto por detergentes, basura, tóxicos y muchas otras porquerías de nuestra sociedad inconsciente y consumista.
La actividad minera ha dejado a millones de habitantes de las riveras de los ríos sin agua potable y con incontables enfermedades por los tóxicos de las grandes mineras ubicadas a lo largo de los ríos y la cantidad de sustancias que contaminan irreversíblemente la fuente de vida, el liquido divino.
El río Rimac, el más importante de Lima, se compone en un 70 % de excremento y el otro 30 % está compuesto por detergentes, basura, tóxicos y muchas otras porquerías de nuestra sociedad inconsciente y consumista.
El mensaje directo es el punto más valioso del parque, este llamado de atención, que debe ser contundente, desafortunádamente es ignorado por la mayoría de los visitantes, quienes orientan su atención en el afán de ver las hermosas fuentes.
La hora perfecta para ir al Parque de las Aguas es de seis de la tarde en adelante. Ofrecen espectáculos de luces, imágenes y agua, que dejan a cualquiera con la boca abierta y con la cabeza en el mundo de los sueños y las fantásticas imágenes de dioses del agua de series como caballeros del zodiaco, películas como Ponyo y muchas otras en donde la energía va danzante en el agua hacia el cielo y con una fuerza de otro mundo.
Quizá no sea así pero es la sensación que la fuente principal deja en mi mente.
Un destino obligatorio en Lima para chicos y grandes en donde cualquiera se puede mojar y si éste es su caso, lleve ropa de cambio o le dará mucho frío. Tampoco olvide su cámara, se llevará imágenes memorables. Todo esto sólo por 4 soles que cuesta el ingreso.
Por ahora no queda más que seguir tratando de salvar el agua, y adorarla como diosa de la vida o si somos la raza destructora que siempre hemos sido, podemos seguir mirando y tomando fotos de cómo agonizamos con su ausencia y la convertimos en la diosa de la muerte.
Un destino obligatorio en Lima para chicos y grandes en donde cualquiera se puede mojar y si éste es su caso, lleve ropa de cambio o le dará mucho frío. Tampoco olvide su cámara, se llevará imágenes memorables. Todo esto sólo por 4 soles que cuesta el ingreso.
Por ahora no queda más que seguir tratando de salvar el agua, y adorarla como diosa de la vida o si somos la raza destructora que siempre hemos sido, podemos seguir mirando y tomando fotos de cómo agonizamos con su ausencia y la convertimos en la diosa de la muerte.
