foto por jon jacobsen- algunos derechos reservados
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La convergencia existente entre Arte y Diseño es evidente en los lenguajes formales de imagen comunes a ambos y en sus indicadores estéticos propios, entre otros; sin embargo surge un punto de quiebre que da luces para determinar una clara distinción, que se traduce en los móviles que impulsan sus respectivos objetivos. La Publicidad, como herramienta predilecta del aparato capitalista avasallador, inmiscuye sus garras en las masas vulnerables con el fin de moldear su impulsiva necesidad de consumir, persuadiéndola, provocándola, incitándola. Es entonces como sus logros giran en torno a esa valiosa información objetiva, del mercado y consumidores.
El arte visto de la forma más “ROMÁNTICA”, constituye otro lenguaje que posee de igual forma como herramienta primordial a la imagen, no obstante este desecha todos esos principios mercantilistas, creando un vínculo con el espectador que va mas allá de incurrir en una conducta compradora, esta sensación es más pura, sublime, excelsa y apunta a esa capacidad para conmover la sensibilidad del espectador, en este caso la imagen que se proyecta en el observador tiene un contacto más visceral, irracional. El verdadero arte se transforma en un proceso de introspección, de manifestación subjetiva, que encuentra su esencia y por qué no su estética, en esa habilidad para tocar el espíritu, despertando emociones en cada quien que este lo suficientemente abierto para recibirlas.
En estas dos realidades aparentemente opuestas, el común denominador es sin duda, el significativo poder que reside en la imagen como tal, a través de todos los tiempos de la historia, encontrando sus referencias más antiguas en esos primitivos trazos esquemáticos hasta los mapas de bits que nos saturan. La imagen construye realidades, evoca otras sensaciones sensoriales (sinestesia), hace sentir sabores en la papilas gustativas, permite percibir sonidos y olores que en verdad no están ahí, crea ilusiones táctiles, seduce, atrae, engaña, tele- transporta la mente, narra historias, y hasta se introducirse sigilosamente en el subconsciente.
Es con ayuda de las imágenes que comprendemos y entendemos el mundo que nos rodea, sin imágenes, sin esquemas icónicos, nos sería imposible crear una asociación de significado entre concepto - forma; la visualización de un objeto o una idea material o inmaterial nos permite concebir lo que está a nuestro alrededor, y esto lo ha hecho desde siempre La Imagen.
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