martes, 21 de febrero de 2012

UNA ODA AL SONIDO Y AL SILENCIO

Por: Alfredo Sánchez


EL ARTISTA, la película dirigida por el francés Michel Hazanavicius, se convierte en un poema sencillo dedicado no sólo al cine mudo sino también al valor del sonido y el silencio. La película cuenta la historia de un actor de cine mudo que no es capaz de asimilar la llegada del cine sonoro y esto lo lleva a enfrentarse a situaciones varias que hacen que se miré a sí mismo y reevalue su visión de la vida y el progreso. El Artista, protagonizada por Jean Dujardin, quien hace de George Valentin y Berenice Bejo (esposa de Hazanavicius) que personifica a Peppy Miller, demuestra la habilidad del director para llevar a la audiencia a finales de la década de los 20 en Hollywood y cómo los artistas se vieron afectados por el desarrollo tecnológico y la depresión económica estadounidense.
La película acude incluso a elementos oníricos, que hasta el mismo Dalí quizá hubiera quedado sorprendido, para darle a George una lección sobre las consecuencias de su terquedad y su nefasta aferración al pasado. 
Sin mayores efectos especiales o destrucciones apoteósicas, el Sr. Hanavicius ensordece al público y demuestra que, como dice Augusto Monterroso, el escritor mexicano, no importa la historia que se cuente sino cómo se cuente.
El Artista se convierte en una obligación, algo que hay que ir a ver, si se es un cinéfilo esta película no puede faltar en la lista, es un delicado deleite visual y sonoro, aunque sea una película muda.