domingo, 22 de agosto de 2010

SINFÓNICA NACIONAL Y CITADINO BLUES&ROCK - academia y pasión

UN FIN DE SEMANA LLENO DE VARIEDAD
El viernes nos fuimos de música sinfónica y el sábado nos fuimos con el blues.

El pasado 20 de agosto se presentó en el TEATRO MAYOR Julio Mario Santo Domingo, una de esas personas que ya reciben el título de leyenda: El clarinetista Michael Collins (haciendo click en el nombre podrán visitar el sitio web oficial del interprete). Era el invitado especial para el cierre del Segundo Festival Sinfónico Internacional. Como es costumbre en este tipo de eventos, la interpretación del invitado especial fue magna, además de contar con la colaboración de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, que demostró que en nuestro país hay talento lleno de versatilidad y aptitud para poder estar al nivel de la música internacional.

El programa de la noche estuvo compuesto por tres momentos: Concierto Rumano de György Ligeti; Ornamental air de Elena Kats-Chernin y la obra Sherezade (la narradora de los cuentos de las mil y una noches) de Nikolai Rimsky-Korsakov, esta obra estaba dividida en cuatro partes: El Mar y el Barco de Simbad, la historia del príncipe Kalendar, el joven príncipe y la joven princesa y Festival en Bagdad. Fue una noche llena de buena música. Felicitaciones a la Sinfónica.



No es nuestra sinfónica pero fue lo que encontramos por you tube.

Por otro lado el sábado 21 en la noche, tuvimos la oportunidad de presenciar una sencilla pero emotiva presentación de una de las bandas de rock que ha demostrado, que para hacer rock en esta ciudad, sólo hay que venderle el alma al blues: Citadino Blues y Rock, una banda de tres roqueros que han dedicado gran parte de su vida a mantener vivo el blues con letras que muestran la cotidianidad colombiana. Con un poco de humor "bluesero" estos tres capitanes deleitaron al público que asistió a Único Bar, ubicado en el sector de teusaquillo. Muy buen show. Esperamos poder tenerlos en el festival Bogotá Acústica. Aquí una muestra de su talento.

Así pues se va otro fin de semana que nos llevó a los extremos, de la élite a lo urbano, del método a la pasión. Eventos que nos demostraron que Bogotá es una metrópoli cultural y en la que hay de todo y para todos.

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