miércoles, 14 de septiembre de 2011

EL DORADO: MÁS QUE UNA LEYENDA

GUATAVITA: EL FIN DE LA LABRANZA.
Un municipio a menos de dos horas de Bogotá con un riqueza cultural que vale la pena conocer


Casa Municipal. Plaza Central
El municipio de Guatavita, que en lengua muisca significa "El fin de la labranza", se encuentra a menos de dos horas de nuestra capital Bogotá. Es un lugar que sin importar que haya sido reconstruido en su totalidad debido a unas terribles inundaciones, conserva la magia de la leyenda y el sabor del altiplano. Si planea ir a Guatavita, paseo que le recomendamos 100%, debe llevar su estómago vacío, ya que lo mínimo que usted puede pedir de desayuno son unos huevos con arroz, aguapanelita con queso y pan tostado, si usted es de buen comer puede pedirse un delicioso caldo de cordero con ensalada, arroz y papitas chorriadas y de ahí en adelante todo lo que su paladar esté dispuesto a pedir.
Monumento a la novia infiel
El municipio ha llevado a cabo durante más de 20 años el Festival del Dorado, cuya primera edición se realizó en 1970 y no fue sino hasta 1991 que se dio la segunda. De ahí en adelante las administraciones le han dado prioridad a la ejecución del festival, cuyo centro es rescatar la identidad ancestral muisca y promover los talentos locales, y se han preocupado por mantener vivo el amor por los valores autóctonos. El XXII Festival del Dorado se llevará a cabo a partir del 17 de septiembre hasta el 24 de septiembre, es una muy buena ocasión para alimentar nuestro espíritu indígena y aprender un poco más de nuestra cultura, además habrá artistas invitados de otros países de latinoamérica.
Restos de un niño Muisca. Museo de Guatavita
Cuando se de la vuelta por Guatavita, aparte de la laguna que está abierta de martes a domingo de 8 am a 4 pm, usted puede visitar El Puente de los Enamorados, dos museos, la plaza central, el monumento a la muisca infiel, la plaza de toros, las dulcerías y darse una navegada en lancha, por $20.000, por el embalse artificial del Tominé. No olvide llevar muchos billetes de mil, los va a necesitar para entrar el museo, para la chiva, para darle al que le cuente la "verdadera leyenda de El Dorado" y para los dulces antojos que se atraviesan en cada esquina.
Embalse del Tominé


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